El mal de ojo es una mirada maligna, una especie de hechizo o ritual que una persona puede hacer a otra deseándole que se cause algún mal en su vida. Ésta maldad viene de la antigüedad, ya que los antiguos ya utilizaban este ritual negativo para causar síntomas negativos en la vida de los demás.
Echar un mal de ojo
La forma de utilizar este hechizo es simplemente tener delante a la persona a la que quieres desearle algún mal. Tras mirarle fijamente, se debe pensar en lo que ha causado que merezca esa energía negativa en su vida, cerrando los ojos y sin perder la vista directa y profunda, fría.
Los síntomas que recibirá son náuseas, vómitos, malestar general, cansancio constante, decaimiento. A nivel social, parecerá que todas las cosas le van mal, que tiene problemas en su pareja, o que no encuentra pareja, sus amigos se separarán de esa persona, y cualquier cosa que haga parecerá que ha sido «gafado», que es gafe.
Quitar el mal de ojo
Para eliminar ese mal, si crees que en tu vida hay ese tipo de problemas, debes hacer una limpieza profunda espiritual. El ritual de limpieza consiste en baños diarios con rosas blancas, así como la utilización de un amuleto de cuerno, preferentemente de piedras naturales. Gracias a éste sistema, conseguirás que el mal de ojo desaparezca de tu vida y no vuelva a ocurrir.
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Con simples consejos, conseguirás que en tu vida sólo haya cosas positivas y podrás superar cualquier obstáculo. No permitas que otras personas te echen un mal de ojo y te recomendamos que no juegues con estas cuestiones de magia negra, ya que no somos partidarios en absoluto de su uso.